Obituario para Günter Lüling
Uno de los últimos grandes orientalistas alemanes se nos ha ido: Dr. Günter Lüling en Erlangen. Nacido el 25 de octubre de 1928 en Varna (Bulgaria), murió el 10 de septiembre de 2014 en Erlangen (cerca de Nuremberg, Alemania).
Escribir un obituario es doloroso. Sin embargo, una evaluación de este hombre es una necesidad ahora.
Salto directamente a su libro más importante, “Un desafío para la reforma del islam. El redescubrimiento y la reconstrucción fiable de un himnario cristiano preislámico integral escondido en el Corán bajo primeras reinterpretaciones islámicas”, que apareció por primera vez en Alemania en 1974, segunda edición 1993. La versión inglesa, en gran parte elaborada por Lüling personalmente, fue lanzada en 2003 en Nueva Delhi, India, por Motilal Banarsidass Publishers. Una segunda edición ampliada data de 2011. Ya por el título Lüling aclara que combina la restauración de las primeras versiones del Corán con una ambición reformatoria.
Para los musulmanes, el Corán fue siempre al-Furqan (el “discriminador”), como un rayo que corta a través de las nubes, o como un cuchillo que decide entre lo verdadero y lo falso, lo correcto e incorrecto. Siempre fue al-Burhan (“la prueba”) y fue considerado como un conjunto de directrices que deben seguirse para cometer ningún error. El Corán (“el libro que debe ser leído”) se mantuvo – así lo estimaba la creencia tradicional – sin cambios desde el primer momento de su propagación.
Orientalistas y teólogos europeos del siglo XIX y de principios del siglo XX analizaron libremente la génesis del Corán, sus fuentes y su desarrollo gradual, y Lüling les siguió en esas líneas con su inmenso conocimiento de idiomas y de la literatura oriental. Explica que no conocemos bien el Corán, sino que siempre hemos entendido mal este libro, y que tenemos que volver a leerlo de nuevo. Las consonantes se han alterado y con ellos el significado, no sólo el contenido más profundo, sino directamente la comprensión general de los versos. El paraiso, el jardín, el objetivo de la ambición humana, de hecho hacen referencia a los „lugares altos“ que los profetas judíos y los primeros cristianos habían despreciado, y a los que el Profeta quería regresar con su retorno a la religión de Abraham y de las tribus. Este regreso no tuvo éxito.
Lüling nos reveló que una revolución debe haber tenido lugar en ese momento. Desde entonces nunca vamos a leer el libro sagrado del profeta de forma tan ingenua como antes. Si el determinar que sobre cierta letra estaba colocado un punto o dos puntos – es decir si la letra original fue un F o Q – decide sobre el significado de capítulos enteros, entonces toda la esencia de la fe está en duda. Esto es tremendo, pero no hay apelación posible. Este teólogo nos da una orientación clara sobre el texto coránico que nadie puede refutar. Quien domina su artesanía y utiliza las reglas filológicas como Lüling con precisión quirúrgica, tarde o temprano debe alcanzar resultados similares. Lüling ha demostrado este método muchas veces incluso en otros temas como en la investigación de los orígenes de la metalurgía prehistórica, los antiguos ritos de sacrificio, y la venganza de sangre, en sus nueve ensayos sobre la historia intelectual y religiosa (en alemán 1985), cuyo título se puede traducir como “Lenguaje arcaico y pensamiento”.
¿Fue Lüling un excéntrico? Él sigue siendo considerado como tal. Tenía precursores, en los que podía basarse, entre ellos Albert Schweitzer. Una vez menciona a Friedrich Schwally cuya tesis de habilitación en 1892 fue rechazada por razones ideológicas, y por lo tanto es uno de los “mártires de la causa de la ciencia” (en inglés 2003, p. 206) al igual que el propio Lüling setenta años después.
Hoy le sigue un enjambre de académicos que casi nunca lo mencionan, ponderando el riesgo. Me refiero a los colegas altamente motivados como el teólogo católico prof. Dr. Karl-Heinz Ohlig, prof. Dr. Gerd Rüdiger Puin y otros. El mensaje básico de esta nueva investigación patrocinada por el gobierno es el mismo lo que Lüling ha propagado por lo menos durante cuatro décadas.
¿Podemos esperar que se continuará el trabajo de Lüling? Lo dudamos.
Por extraño que pueda parecer: Nuestra crítica cronológica también se basa en algunos de los hallazgos de Luling. El conocimiento que había adquirido en su larga vida apoya nuestro trabajo, pero el viejo sabio no avaló nuestra opinión. No podía destrozar la tierra firme de la cronología tradicional como él la veía. Él se negó rotundamente a aceptar nuestras nuevas ideas. Creía firmemente en los documentos escritos. Mientras su método de la crítica de los textos antiguos puede dar resultados fructíferos, él consideraba imposible la crítica de la tradición en su conjunto, ya que esta intención socava la base de la operación. Si hay que eliminar 300 o 600 o 900 años, como exigen los críticos de la cronología, para explicar la formación de las religiones monoteístas, se derrumbarían todos sus esfuerzos.
Así, ¿usamos nosotros los resultados de investigación de este gran filólogo en contra de su autor? Eso no sería inaudito en la ciencia. La investigación básica siempre se puede utilizar en cualquier dirección, incluso en contra de la intención declarada del investigador, siempre y cuando se desarrolla mediante el uso de una metodología estable y sólida. Quiero resumir: el trabajo de toda la vida de Lüling es la investigación básica en el sentido más puro, adecuado para cualquier tipo de trabajo adicional.
Nuestro agradecimiento al esfuerzo desinteresado de Günter Lüling y su esposa Hannelore que vivian en la mayor modestia por décadas, debe dar lugar a la reutilización de sus conclusiones, algo que aún hoy en día requiere coraje y firmeza.
© Uwe Topper 2015
Véase también “Lüling: un arabista a contracorriente” de Uwe Topper aquí
“El Corán cristiano” una reseña por Ilya Topper (pronto online)
Una biografía de nuestro colaborador Lüling aquí.