¿Esto es ciencia?

Cambiar tan radicalmente la visión de nuestra Historia como sugerimos aquí, causa estupor. No sorprende que muchas voces rechazan las ideas expresadas en Cronología Crítica como ‘seudocientíficas’, esotéricas o meras elucubraciones fantasiosas que pertenecerían al reino de la literatura. A esta reacción puede contribuir que algunos autores de los foros de debate sobre cronología se distancian del término ‘ciencia’, ya que lo interpretan como expresión de un estéril mundo académico centrado sobre si mismo.

Angelos en la catedral de Pisa, © I. U. Topper

Al margen de las legítimas discusiones terminológicas, queremos dejar claro que los argumentos y debates en Cronología Crítica son científicos en el mejor sentido de la palabra:

  • se basan en fundamentos de aceptación común
  • son críticos con las fuentes; no dan nada por supuesto
  • sólo aceptan lo que puede ser comprendido racionalmente
  • se inclinan siempro por la más sencilla de las posibles explicaciones

En este sentido, declarar como falsificaciones todos los diplomas medievales o todas las lápidas visigóticas no sólo es científico; es incluso una postura más científica que la académica. No hay que olvidar que los historiadores se han visto obligados a reconocer como falsas la mayor parte de las lápidas y diplomas que nos legó la Edad Media; solo una cantidad menor ha sido aceptada como auténtica. Analizar críticamente cada una de las piezas en los museos y preguntarse qué demuestra su autenticidad y qué la pone en duda es un trabajo indudablemente científico.

Desde luego esta tarea se debe llevar a cabo sin prejuicios y sin temor a eliminar de la conciencia histórica una gloria nacional, sea un reino visigodo, sea Carlomagno. Si el resultado es que épocas enteras se quedan sin testimonios históricos, no cabe otra opción que dedicar una mirada crítica a la cronología de nuestro pasado y preguntarse en qué se basa. Si la respuesta es que se basa en escritos religiosos e ideológicos destinados a crear una conciencia histórica favorable a los colectivos de poder que los redactaron, es hora de replantearse toda nuestra Historia.

Es lo que hacemos en Cronología Crítica. Cada uno de estos pasos es racional e inteligible para cualquier interesado.

Dado que que todo este trabajo se basa en un análisis minucioso de los detalles, desde las reformas del calendario y las observaciones astronómicas hasta el análisis estilístico de textos y la evolución de los dogmas religiosos, es necesario acometer un gran volumen de lectura para entender los fundamentos científicos de este análisis. Cronología Crítica quiere facilitar esta tarea reuniendo en esta web la mayor cantidad posible de los trabajos realizados hasta ahora por varios autores.

A lo largo de los siglos ha habido investigadores, que expressaron esta critica.