La negación de la ciencia verdadera
Uwe Topper, Berlín · 2016
“La negación de la ciencia verdadera” – una nueva forma de lucha contra los críticos de la historia y la cronología
Comentarios sobre un libro de A. García Sanjuán, 2013
“Negacionismo” es el nuevo lema con el que la historiografía oficial ataca a los críticos para mantener sus salones sagrados libres de escépticos y nuevos pensadores. El tono, en el que esta respuesta está dirigida ahora a nuestros esfuerzos de décadas para proponer una reseña crítica de los supuestos hechos históricos, sugiere que no se trata de un enfoque honesto, sino del esfuerzo apresurado de proteger la producción romántica de la historia, de defenderla contra los escépticos, como una protección contra avalanchas, similar a lo que ocurrió hace veinte años en la región de habla alemana. El libro “La conquista islámica de la península ibérica y la tergiversación del pasado” de Alejandro García Sanjuán (Marcial Pons, Madrid, 500 p.) fue publicado en 2013. El subtítulo “Del catastrofismo al negacionismo” afirma aún más sobre lo que se trata: un arreglo de cuentas que desde hace tiempo se habia descuidado.
El autor García, catedrático de la Universidad de Huelva, dice que fue el libro de Olagüe, que ya encontró en la casa de sus padres, y contra el que ahora gira con todas sus fuerzas en su nuevo libro. De hecho, Olagüe escribió hace casi medio siglo, y su obra sigue siendo explosiva, parece haber llegado a ser aún más eficaz después de la nueva edición española aparecida en Córdoba en 2004.
En primer lugar, es fácil para su oponente García tintar a Olagüe como fascista (correcto sería falangista) y así hacerlo impopular. García también menciona “ignorancia, distorsión y cambio” a lo largo del libro. Con estas palabras, trabaja 500 páginas, habla de fraude, y también menciona cierta negación como “no comparable”, pero no puede aportar ninguna “evidencia” para la historiografía tradicional excepto por unas pocas monedas y crónicas de producción tardía. También recurre a fuentes orientales no relevantes cuya veracidad tampoco puede probar.
Cuando recibí el libro de Olagüe (edición de 1974) a través de un amigo en 1995, me sorprendió e incluso me complació esta visión refrescantemente diferente de la historia de Andalucía. Escribí una evaluación ( 1998) que tuvo consecuencias. Así, Ignacio Olagüe, por primera vez se hizo conocido en la escena de habla alemana. Encontró lectores asombrados que recogieron la pelota. Gracias a Eugen Gabowitsch y Anatoli Fomenko, el libro se dio a conocer en Rusia, lo que provocó la demanda en España donde fue necesaria una reedición (2004), que pronto se vendió. El muy respetado periodista e historiador español-francés Bernard Vincent (nacido en París en 1941, varios doctorados honorarios), especialista de los moriscos de España en el siglo XVI, escribió el prefacio.
El libro original de Olagüe, publicado en francés en 1969, nació bajo buenos auspicios: el conocido historiador Fernand Braudel (de la Académie Française) había apoyado la primera publicación. La edición completa de 1974 fue aprobada por José Pérez (Legión de Honor) y por la Fundación Juan March (Madrid). Fue el Gobierno de Andalucía que impulsó la edición de marzo de 2004 (ed. Plurabelle, Córdoba). Esto no significa nada, excepto que el libro no se mueve fuera de la posibilidad de aceptación en la sociedad y la academia.
El vasco Ignacio Olagüe Videla (1903-1974), de alguna manera un sucesor de Américo Castro y un partidario de la tesis de Spengler de la vida casi orgánica de la historia de la humanidad, había mostrado en sus libros que la historia tal como se enseña en las escuelas describiendo la conquista y conversión de España al islam, no pudo haber sido llevada a cabo de esta manera por los árabes, sino que debía entenderse como una transformación gradual de la fe mediante la recepción de la cultura árabe superior en Andalucía. Las diversas formas unitarias de fe, cercanas al arianismo y, sin embargo, diferentes, ya no son plenamente inteligibles para nosotros. Se evolvieron hacia el Islam, en contraste con la transformación trinitaria del cristianismo que evolucionó hacia el catolicismo. Olagüe llegó así a una visión más sensata del desarrollo en la España medieval, aunque todavía no discutió las faltas cronológicas inherentes. En este sentido, se asemeja a Günter Lüling, que no conoció a Olagüe y sin embargo describió una evolución similar de las religiones monoteístas al tiempo que descuidó una reorganización cronológica (véase aquí sus contribuciones aquí en la biblioteca).
Los opositores a la nueva visión de Olagüe eran muchos. Pierre Guichard, nacido en 1939, escribió un primer rechazo francés en 1974 (traducción al español 1987). Por otra parte, el escritor Antonio Gala de Córdoba, en una entrevista en el diario más importante de España, El País, el 13 de octubre de 1988, difundió las ideas de Olagüe, sin mencionar a su autor. García se refiere expresamente a esta entrevista. Se ve en una lucha contra las distorsiones y falsificaciones de la historiografía tradicional por el laicado irresponsable. Niegan, por ejemplo, la historicidad del general (yemenita o persa) Musa Ibn Nusayr, “conquistador de España en 711”, porque este Nusayr es prácticamente intangible, incluso según los mejores estudiosos árabes como Mahmud Ali Makki, como García admite. Según Olagüe, este general es un típico santón de estilo magrebí inventado. García menciona algunas monedas protagonizadas por Nusayr que se encuentran en Túnez con inscripciones sospechosas, si no absurdas, en latín (véanse también la contribución española de Ilya Topper aquí). La crónica Ajbar Maymua (siglo XI, conservada en la Biblioteca Nacional de París) se cita como una prueba de la exactitud de la conocida historiografía, un relato romántico de los acontecimientos que rodean al general Musa y los godos, como se los imaginó más de 300 años después de de la fecha supuesta. Este bosquejo algo conciso no es atestiguado ni por testimonios de los godos ni extranjeros.
Todo esto es bien conocido y no pudo ser mejorado por García. El está preocupado por el impacto social de los escépticos, tanto religiosa como políticamente. Olagüe había dado un valiente paso adelante invocando factores ecológicos, sequías y hambruna, como fuerzas decisivas en la historia. García no toma el inyectivo. Para él, el impacto de la “negación” es una agresión a la vida social de España. Si la historia ha sido diferente y las figuras bien conocidas pierden su realidad, entonces Pelayo y el Cid, los héroes nacionales de España, también son prescindibles. Este aspecto ha llevado a la defensora de los derechos de la mujer Victoria Sendón de León (1986/1993) a repitir con palabras entusiastas la tesis de Olagüe para el gran público.
Por otro lado, la catalana Dolors Bramon, profesora de la Universidad de Barcelona, escribió un breve rechazo de Olagüe en 2001, en el que señaló las implicaciones de este “absurdo” para las nuevas comunidades islámicas en España. No refuta ninguno de los argumentos de Olagüe, los rechaza sólo por razones políticas, sociales y religiosas.
Este es el motivo principal del libro de García y, por tanto, el fanatismo con que García se opone a los “negacionistas” hace que el lector ponga en duda su integridad científica -como lo hace su colega Kenneth Baxter Wolf- porque García señala explícitamente que un círculo más grande de lectores que los de las materias científicas seran golpeadas. La intención de García es iluminar a la mayor audiencia posible, para mantenerla alejada de las maquinas engañosas de los negadores. Esto en sí mismo no deberia ser un defecto, si la expresión infantil y la irracionalidad en este caso no conduciría a la vergüenza.
La línea en la que se mueve García no es infrecuente. “Catastrófismo” en la historia española significa la pérdida de la España católica-gótica a los conquistadores islámicos-árabes en 711. García quiere deshacerse de este vocabulario también, palabras como invasión, ocupación por los árabes y similares, así como “Reconquista“. En principio, aprovecha la campaña de iluminación de Olagüe y al mismo tiempo denigra al inventor de la fórmula.
Más recientemente, el prof. Dr. Emilio González Ferrín, director de la Facultad de Filología de la Universidad de Sevilla (véase aquí contribuyentes), tomó la inspiración de Olagüe y la desarrolló en su libro „Historia general de Al Ándalus. Europa entre Oriente y Occidente” (2006), y es precisamente este libro el que debe haber provocado la obra de García de 500 páginas, porque en este caso no es la obra “miserablemente anticientífica” escrita por un laico (Olagüe), sino un trabajo académicamente fundado de un arabista (como dice García, p.225). Lo mismo subraya Baxter Wolf, el cual en su reseña del libro de García discute el problema también desde un punto de vista general.
La fuentes citadas aparte de los de mi artículo de 1998 son las siguientes:
Baxter Wolf, Kenneth (2014): La conquista islámica. Negacionar el negacionismo. Revista de Libros, 9. 6. 2014 (internet)
Bramon, Dolors (2015): Dispatares sobre el Islam en España – Webislam.com
Ferrín González , Emilio (2006): Historia general de Al Ándalus. Europa entre Oriente y Occidente (Almuzara, Córdoba)
(2008): „Al-Andalus: Del mito asumido al Renacimiento“ vease aqui
Gala, Antonio: Interview in El País, 13. Oktober 1988
García Sanjuán, Alejandro (2013): La conquista islámica de la península ibérica y la tergiversación del pasado (Marcial Pons, Madrid, 500 S.)
Guichard, Pierre (1974), «Les Arabes ont bien envahi l’Espagne. Les structures sociales de l’Espagne musulmane», Annales. Histoire, Sciences Sociales, vol. 29, núm. 6 (trad. esp. Valencia 1987)
Illig, Heribert (1991): Die christliche Zeitrechnung ist zu lang (VFG 1-91, Gräfelfing)
Lüling, Günter (2006): Preußen von gestern und der Islam von morgen (Erlangen) (vease aquí)
Olagüe, Ignacio (1950): La decadencia de España (4 Bde)
(1969) Les Arabes n’ont jamais envahi l’Espagne (Flammarion, Bordeaux)
(1974) La revolución islámica en occidente (Barcelona; 2° ed. 2004 Córdoba)
Sendón de León, Victoria (1986/1993) La España herética (Barcelona)
Topper, Ilya (1998): „La datación árabe en el Mediterráneo“ (aquí, sobre todo section 2D) – http://revistas.uca.es/index.php/aam/article/viewFile/1011/866
Topper, Uwe (1998): „Ein neues Bild des mittelalterlichen Spanien“, in „Zeitensprünge“ (Mantis Verlag, Gräfelfing) Heft 3/98, S. 466 ff